Quién soy (o al menos, quién intento ser):
Soy alguien que vive la música no solo como arte, sino como forma de estar en el mundo. Mi trabajo, mi búsqueda, más bien, se mueve entre la educación y la exploración sonora. No me interesa enseñar música como un conjunto de reglas fijas, sino como un territorio abierto, lleno de preguntas, texturas y posibilidades. En el aula, en el taller o en una conversación casual, intento que la música deje de ser un objeto para volverse experiencia: algo que se toca, que se piensa, que se siente en el cuerpo y en la piel. Me apasiona facilitar espacios donde el sonido se explore con curiosidad y libertad, donde cada quien pueda encontrar su voz, su ruido, su silencio. Comparto historias, ideas y herramientas que invitan a escuchar(nos) mejor. Porque creo en una educación musical que no impone, sino que despierta. Y porque sigo creyendo, a veces con ingenuidad, a veces con terquedad, que una oreja bien abierta puede cambiarlo todo.